Te amo, le dije en un susurro en tanto mis dedos tecleaban la frase. Hizo silencio. Mi mente viò su sonrisa y aunque satisfecho, evadiò el tema. Yo lo dejè. Porque pensaba, amo todo lo que he vivido con èl, pero lo amo ciertamente? Y le preguntè a Narciso - Què amas del otro? - Nadie ama al otro. Solo se ama a uno mismo. Sabes por què? Porque H AY SOLO UNO. Lo maravilloso es que al estar en el màs excitante embeleso, al mirarte, en sus ojos te puedes ver a ti mismo... glorioso momento, tan lleno, tan pleno que no te percatas de lo que realmente sucede. Te ves. Simple, pero cierto. Y sucede lo nefasto, la distancia, tan dolorosa entre los amantes. Te extraña. Se conduele. Llora tu ausencia. Y el drama pasa cuando vuelven a toparse sus ojos, cuando se miran. Què se revela? Estàn sedientos de amor. Estàn sedientos de amarse a si mismos, de apreciarse, de encontrarse, de sentir la tibieza, su propia tibieza... - Narciso estoy sin palabras ...